CARTA ABIERTA A LOS DIRIGENTES DEL POLISARIO

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Nos dirigimos a Ustedes para poner en vuestro conocimiento que el próximo día 27 de febrero el Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) organiza en las Palmas de Gran Canarias (España) la III Conferencia Internacional por el Diálogo y la Paz en el Sáhara Occidental. 

Entre los participantes e invitados destaca, entre otros, un grupo numeroso de Notables Saharauis, descendientes de la Asamblea del Sáhara que representaba a las tribus saharauis durante la presencia colonial española. Como sabeis, constituyen una institución tradicional  con legitimidad y peso en la sociedad saharaui para  deliberar y discutir acerca de la paz en el Sahara Occidental.. 

También estarán presentes políticos, juristas, periodistas y expertos de América Latina, África y Europa, entre ellos representantes de partidos políticos pertenecientes a la Internacional Socialista.

En la III Conferencia se abordará la hoja de ruta presentada por el MSP en la II Conferencia celebrada en Dakar (Senegal) a finales de octubre de 2023 y que según numerosos observadores constituye un plan íntegro para la solución pacífica del problema del Sáhara Occidental, contencioso que desde hace medio siglo desgarra a nuestro pueblo, desestabiliza al noroeste africano y tensa la rivalidad y las relaciones entre las dos principales potencias de la región: Marruecos y Argelia.

Estamos convencidos y Ustedes lo deberían también que el diálogo y la concertación entre los saharauis, por encima de sus diferencias políticas o ideológicas, son ineludibles si a todos nos anima el deseo de avanzar hacia una solución justa, viable y duradera que preserve los derechos del pueblo saharaui. Nadie en su sano juicio cree que hay otro modo para salir del túnel en el que estamos atrapados desde 1975.

Nadie de la dirección del Polisario ignora la gravedad del momento ni  la premura de una acción urgente para evitar el desastre. Les instamos a bajar de la” torre de marfil” y reflexionar por un instante para hacer prevalecer el sentido común y la cordura a partir de una lectura correcta de la realidad geopolítica. No tienen excusa como dirigentes, ni individual ni colectivamente, para continuar esta marcha hacia lo desconocido soslayando toda responsabilidad moral en un contexto de  alto riesgo. Por razones de decencia ningún liderazgo puede ya pedir o forzar los saharauis a soportar más sacrificios y penalidades tras cincuenta años de guerra y exilio.

Han de asumir las  culpas y errores y reconocer las dimensiones del dilema y los desafíos actuales. Sepan que tales gestos y actitudes no empequeñecen, más bien hacen crecer las virtudes de la humildad y alteza de miras ante nuestro pueblo en correspondencia con la fe y la confianza depositada en vostros como líderes, dirigentes o simples militantes.

Aún hay tiempo y quizá alguna oportunidad para trabajar y conseguir una salida honorable lejos de los traumas y complejos de una capitulación que, a todas luces, parece inminente. Hemos de aprender de la historia, de sus lecciones en la euforia del triunfo, pero también de la amargura de las derrotas y desenlaces fatales. No seamos como los últimos dirigentes de la república española que tuvieron que pedir perdón y piedad antes de cruzar la frontera francesa para refugiarse y morir lejos de su tierra. Incluso los acontecimientos aun en curso como los de Gaza, nos proporcionan ejemplos para evitar un final triste e inmerecido.

Estamos convencidos que, a estas alturas, más de un dirigente siente en la profundidad de su alma la necesidad inaplazable de introducir un punto de inflexión en este largo y extenuante viaje hacia la nada en el que todos, sin excepción, pagamos un alto precio. ¿Cuántos miembros de nuestras familias, amigos y vecinos hemos enterrado o perecieron en esta guerra maldita e inútil?  Ustedes como nosotros saben que lo único que ha crecido a la sombra del “proyecto nacional” en los campamentos de refugiados de Tindouf son los cementerios y la población de viudas, huérfanos y mutilados. ¿Hasta cuándo? 

El pensamiento único y las ideologías excluyentes e intolerantes forman parte del pasado tenebroso de la humanidad. Es inconcebible que en el siglo XXI sigan propagando un nacionalismo radical y tóxico sembrando la división y el odio en la sociedad saharaui, incluso entre los miembros de una misma familia. 

Creemos que ha llegado la hora de que vuestra organización a la que algunos de nosotros pertenecimos y nos entregamos en cuerpo y alma rectifique y se adapte a los nuevos tiempos, ser democrática y no perder la oportunidad de participar en la solución posible mientras “sea posible”, aquella en la que no haya vencidos ni vencedores y en consecuencia preservar la condición de un actor más de los escenarios previsibles. Entretanto, les exhortamos con vehemencia a parar de inmediato el “desfile de la muerte” y que nuestros jóvenes no sigan perdiendo la vida en una guerra sin sentido procurándoles  otros oficios u oportunidades como a los  hijos y familiares de los  dirigentes.

Una vez más les invitamos a asociarse, individual o colectivamente, a nuestro esfuerzo para salvar lo que queda y sembrar alguna esperanza de cara al futuro. Que no les quepa duda de que, pese a los insultos, descalificaciones y desaires la dirección política y militantes del MSP recibirán con agrado y darán la bienvenida a una representación del Polisario en la Tercera Conferencia por el Dialogo y la Paz. Ganarán prestigio y credibilidad participando en “Melga Ahel Sáhara” para el debate libre, objetivo, sereno, responsable y necesario junto a nuestros venerables notables y otros representantes de la sociedad civil.

 El diálogo al que os invitamos no significa, en modo alguno, la rendición ni la renuncia a ningún principio sino la reflexión sosegada y paciente con otros saharauis no menos representativos y legítimos para distinguir, por una vez, entre la realidad tangible y el espejismo o la fantasía. Se lo deben, se lo debemos a nuestro bravo y abnegado pueblo y a la magnitud de sus sacrificios.  

La confusión en las ideas e incapacidad de discernir entre lo posible y lo quimérico es lo que ha llevado a otras causas y pueblos más poderosos por el peso demográfico y de la legalidad, así como el apoyo internacional, a perder, por torpeza o miopía de sus dirigentes, lo que alguna vez tuvieron al alcance de la mano y luego se lamentaron de las ocasiones desperdiciadas.

Es un llamado de buena fe de quienes descubrimos que probablemente hay otro camino. Les invitamos a bajar de la nube, a recapacitar e intercambiar ideas y entre todos, intentar salvar el porvenir de nuestro pueblo por encima del orgullo y la vanidad de quienes ostentamos u ostentan aún una pizca de liderazgo. Al final, no son los proyectos utópicos ni las leyendas románticas sino los hechos y la historia los que nos juzgarán a todos.

Las Palmas, 27 de febrero de 2025


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