Hach Ahmed Bericalla: «El Sáhara necesita a Canarias para su proyección económica y social futura»
Hach Ahmed Bericalla analiza el cambio de enfoque de la ONU hacia una negociación basada en el plan de autonomía marroquí. Bericalla, exdirigente del Frente Polisario, propone avanzar hacia un autogobierno saharaui amplio bajo el paraguas del Reino de Marruecos, denuncia que el Polisario ha mantenido al pueblo saharaui «atrapado en un túnel entre el exilio y la guerra» durante cinco décadas y subraya el papel estratégico que Canarias puede jugar como nexo entre Europa y el Sáhara Occidental.
¿Qué le parece la reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que renueva el mandato de la Minurso, pero pone por primera vez como base la negociación del plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental?
Yo pienso que, al margen de la prórroga de la Minurso (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental), que es un hecho prácticamente muy común en este proceso en el que llevamos 30 años, lo fundamental en esta ocasión es el cambio sustancial que ha supuesto esta nueva resolución, la 2797. A mi modo de ver, esta resolución ha desplazado el centro de gravedad del debate, percibido hasta ahora como un problema colonial, poniendo como foco la necesidad de buscar una solución política mutuamente aceptable.
¿Ven la propuesta del plan de autonomía como una solución viable?
La propuesta marroquí puede significar una base para avanzar hacia una solución. La solución definitiva para nosotros tiene que ser aquella en la que no haya vencidos ni vencedores. Implica avanzar en la exploración de esta oferta y llevarla a un acuerdo con un estatus especial de autogobierno que satisfaga las aspiraciones del pueblo saharaui. Habrá que ver la magnitud de las competencias y los contornos que van a determinar este autogobierno.
Esa ‘tercera vía’ que plantea el movimiento que usted lidera es lograr entonces una región bajo el Reino de Marruecos, con altas cuotas de autogobierno, pero ‘aparcando’ el referéndum…
Ahora, en lugar de seguir reivindicando fórmulas totalmente ya superadas por resoluciones de la ONU y prolongar el conflicto otros 50 o 60 años más, lo que nos conviene a nosotros, sobre todo a los originarios del territorio, es sacar a nuestra gente de este túnel, y creemos que esta propuesta reúne las condiciones como para que se llegue a un acuerdo aceptable para todas las partes. No necesariamente como está definida en esa primera fórmula de autonomía presentada por Marruecos en 2007, sino que puede avanzar a través del diálogo y la negociación para llegar a una fórmula mucho más satisfactoria que establezca un plan autonómico aceptable conforme a los estándares de autogobierno. Los saharauis llevan 50 años atrapados en un túnel entre el exilio y la guerra. Hay ejemplos como los kurdos en Irak o Belfast (Irlanda del Norte) con el Reino Unido.
¿Pero cree que van a llegar a un alto grado de autogobierno bajo el manto de Marruecos?
Esta vez es una gran oportunidad porque se cuenta con el respaldo de potencias que ofrecen garantías, como Estados Unidos y otras potencias influyentes. Es una oportunidad que no debemos desaprovechar para que la magnitud de las competencias y el contorno de la forma autonómica sea satisfactoria para los saharauis. La propuesta bélica está totalmente descartada, porque no puede conducir a ninguna parte, y lo razonable es explorar una solución política. Y se dan las condiciones para que no haya vencidos ni vencedores.
¿Qué propuesta concreta de futuro plantea el Movimiento Saharauis por la Paz para el Sáhara Occidental?
Confiamos en la madurez de las instituciones del Reino de Marruecos para que, cuando se llegue a un acuerdo de esta naturaleza, haya condiciones para que se desarrolle un gobierno autonómico sin dificultades. Es una ocasión para que la propia monarquía marroquí se proyecte y dé garantías de lo que va a ser el futuro de una monarquía parlamentaria moderna. Nosotros hemos formulado una propuesta que define los contornos de esta entidad saharaui del futuro.
Les he oído hablar ya con cifras de creación de empleo y vivienda en el Sáhara Occidental.
Hablamos de un plan de emergencia para construir 30.000 o 40.000 viviendas para acoger a la población refugiada y de crear 50.000 puestos de trabajo, no solo para la población que vuelva, sino también para la de los territorios. Una vez se llegue a un acuerdo, bajo la supervisión de la ONU y las grandes potencias, habría una transición de tres años para comenzar la vida ordinaria en el territorio, con un proceso electoral que determine al primer jefe del ejecutivo de la entidad saharaui. El resultado sería una entidad saharaui con un estatuto especial que debe encajar en el sistema marroquí conforme a los estándares reconocidos de autogobierno.
¿Cree que debe mantenerse al Polisario como el único interlocutor en este proceso político?
Estamos pidiendo al enviado especial de Naciones Unidas que democratice el proceso político. No podemos dejar el destino de los saharauis en manos de un grupo político creado en la época de la Guerra Fría. Además del MSP, deben participar otros exponentes, como los notables tribales. Hay que salir de la burbuja del pasado, poner los pies en la tierra y vivir en el presente. El Polisario está todavía en el pasado.
El Frente Polisario se niega a negociar sobre una base que no sea la autodeterminación y ha dicho que enterrar la autodeterminación es enterrar a los saharauis. ¿Cómo responden a esa postura?
No creo que aceptar el proceso político para alcanzar una solución mutuamente aceptable implique enterrar nada. Lo que quizás se podría enterrar es la opción militar, el viaje a ninguna parte en el que llevamos 50 años. Que se abra un proceso con potencias como Estados Unidos o España no debemos desperdiciar la oportunidad. Continuar en una guerra asimétrica, que prácticamente ha definido Marruecos a su favor, es un camino absurdo. Hay una mayoría silenciosa de saharauis que desea cerrar el ciclo de guerra, confrontación y exilio, y abrir uno nuevo bajo el proceso de la ONU.
Usted fue dirigente del Polisario durante bastante tiempo. ¿Cómo se llega a la convicción de que el camino actual no lleva a ninguna parte?
Sí, yo fui representante del Polisario en España desde 1986. He defendido y luchado por los objetivos del Polisario toda mi vida, y a mi familia la he enterrado toda en Tinduf. Desde dentro del Polisario hemos llegado a la convicción de que este proceso no lleva a ninguna parte. Arrastrar a nuestro pueblo en un proceso bélico sin posibilidades de ganarlo implica una responsabilidad política y moral para los líderes. Hay que llevar a nuestra gente a mejor puerto, y es donde estamos ahora.
El Polisario dice tener mucho apoyo, pero ustedes hablan de represión en los campamentos…
Esa es la realidad. El Polisario todavía se maneja según la naturaleza de los movimientos surgidos durante la Guerra Fría. En el poder está el mismo grupo que fundó el Polisario. Intentamos impulsar reformas internas y crear una corriente reformista desde dentro, pero al final tropezamos con una pared. En los campamentos, la vida es insostenible: llevan 50 años dependiendo de la caridad internacional. Hoy son casi campamentos de ancianos, desprovistos de población joven.
¿Qué pasa con los jóvenes?
La mayoría de los jóvenes se ha ido a Europa para buscarse la vida. Muchos llegaron en pateras a España o Canarias, otros se quedaron durante programas como las “vacaciones de paz”. Algunos, sin otra vía, se han unido a grupos yihadistas en el Sahel. Las prioridades para la juventud no son la guerra ni los proyectos utópicos. Los saharauis de verdad quieren una solución real. El dilema es claro: continuar en un viaje a ninguna parte, o buscar caminos que los saquen de este túnel oscuro.
Usted habla del apoyo de potencias, pero llevan tiempo con este refrendo al menos de España y EEUU. ¿Qué cambia?
Lo sustancial ahora es que, por primera vez, Estados Unidos pone todo su peso en esta resolución. Con él están Francia, Gran Bretaña, España y Alemania. La administración norteamericana quiere acabar con operaciones de paz inservibles, y entre ellas está la del Sáhara Occidental. Por instancias de China y Rusia, se ha prolongado la Minurso un año, pero ya piden un informe estratégico sobre su presencia. La premura por llegar a una solución está marcada por las prioridades de los países que financian estas operaciones.
El Polisario afirma que sin su participación no se puede hacer nada porque tiene que haber un acuerdo mutuo.
El derecho al veto no lo tiene el Polisario. Lo tenían los países permanentes del Consejo de Seguridad, y dos de ellos simplemente se abstuvieron. Otros procesos han avanzado sin la participación de todos los actores en conflicto.
Se habla del afán expansionista de Marruecos y de sus efectos para Canarias, como la delimitación de aguas territoriales o las tierras raras. ¿Qué opina?
Yo tengo una visión mucho más optimista. El Sáhara Occidental necesita de Canarias y de España. Canarias formará parte de la proyección económica y social del Sáhara y del pueblo saharaui. Veo un papel complementario entre ambas regiones. Es absurdo pensar en un Sáhara sin relaciones de vecindad con Canarias o con España. Marruecos, España y el Sáhara están obligados a converger, y Canarias es el nexo que conecta África con Europa. Somos capaces de crear un polo económico y de desarrollo de magnitudes invaluables entre Canarias y el Sáhara Occidental.
https://www.laprovincia.es/enfoques/2025/11/08/hach-ahmed-bericalla-sahara-necesita-123512841.html



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